Cómo reclamar facturas impagadas: consejos legales.

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La reclamación de facturas impagadas es un problema recurrente tanto para empresas como para autónomos. La morosidad, o la falta de pago de facturas, puede generar serios inconvenientes que, en algunos casos, ponen en peligro la estabilidad financiera del negocio.

Cuando te enfrentas a un impago, es normal que te surjan dudas: ¿Cuál es la mejor manera de reclamar esa deuda? Existen diferentes estrategias, y elegir la correcta es fundamental para asegurar el éxito de la reclamación. Por ello, contar con un buen asesoramiento legal es clave, ya que un error en el proceso puede reducir considerablemente las posibilidades de cobrar.

Para reclamar una deuda, es necesario analizar cada caso en detalle. Existen dos mecanismos principales: la vía judicial, que aunque puede ser más costosa y lenta, también suele ser más efectiva; y la vía extrajudicial, una opción más rápida, económica y que, si se gestiona adecuadamente, puede resultar muy eficaz.

La vía extrajudicial es recomendable por tres motivos: es más rápida, económica y suele ser efectiva. En lugar de iniciar un proceso judicial, se busca llegar a un acuerdo amistoso con el deudor. Esto permite resolver el problema de manera más eficiente, evitando los costes y tiempos asociados a un juicio.

Sin embargo, es crucial manejar este proceso con habilidad y profesionalidad. La reclamación debe comenzar de manera cordial, incrementando el tono solo si el deudor no responde. En muchas ocasiones, una simple llamada o un encuentro cara a cara pueden solucionar la situación. Si el deudor tiene problemas de liquidez, se puede llegar a un acuerdo para fraccionar el pago.

Si tras un primer contacto el deudor no reacciona, es recomendable dejar constancia escrita de la reclamación. Un correo electrónico donde se detallen los datos de la deuda, el plazo y la forma de pago puede ser el siguiente paso. Esto facilita que el deudor tenga toda la información necesaria para cumplir con su obligación.

Si esto tampoco da resultado, enviar una carta certificada con acuse de recibo puede ser útil. Esta acción es una advertencia formal que deja una prueba de que se ha intentado el cobro por las buenas. Si el impago persiste, el envío de un burofax puede ser el último paso antes de iniciar acciones legales.

Si la vía extrajudicial no da frutos, es momento de considerar el inicio de un proceso judicial. No existe una cantidad mínima para reclamar una deuda, pero en casos de importes pequeños, los acreedores suelen optar por no ir a juicio debido al coste y al tiempo que conlleva.

El procedimiento monitorio es una opción común cuando la vía extrajudicial falla. Es un proceso relativamente rápido y efectivo para reclamar deudas mayores, siempre que se disponga de la documentación adecuada.

El plazo para reclamar una factura depende del tipo de relación entre las partes. Según la Ley de Enjuiciamiento Civil (https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-10727):

  • Las facturas impagadas entre profesionales y particulares prescriben a los 5 años.
  • Si se trata de facturas dirigidas a administraciones públicas, el plazo es de 4 años.

La principal ventaja de la vía extrajudicial es que, si el deudor coopera, se resuelve el problema de manera rápida y eficaz, sin necesidad de recurrir a un proceso judicial. No obstante, también presenta ciertos riesgos: el deudor puede incumplir el acuerdo, obligándote a iniciar acciones legales de todos modos.

Para aumentar las probabilidades de éxito en una reclamación extrajudicial, es importante tener en cuenta algunos factores clave:

  1. Estudio del deudor y su solvencia: Saber si el deudor tiene capacidad de pago es esencial. En el caso de empresas, es recomendable investigar su situación financiera y sus responsables.
  2. Recopilación de documentación: Es crucial tener toda la documentación en orden para respaldar la reclamación.
  3. Estrategia de negociación: Define un plan claro y directo de comunicación con el deudor, pero mantente flexible para alcanzar un acuerdo.
  4. Asesoramiento legal: Desde el inicio, contar con la orientación de un abogado especializado asegura que todo el proceso se realice de manera correcta y aumenta las posibilidades de éxito.

Si finalmente es necesario acudir a la vía judicial, todos los pasos dados durante la reclamación extrajudicial serán de gran valor como prueba. Por ello, es importante llevar un registro detallado de cada requerimiento de pago y gestionarlo adecuadamente para fortalecer el caso en un posible proceso judicial.

En resumen, la vía extrajudicial es una alternativa eficaz y menos costosa para reclamar facturas impagadas. Sin embargo, es fundamental actuar con estrategia y previsión para evitar errores que compliquen el cobro. Si necesitas asesoramiento o ayuda con una reclamación de este tipo, no dudes en contactarnos. En nuestro despacho contamos con amplia experiencia en la gestión de impagos y estaremos encantados de ayudarte a resolver tu caso de la manera más favorable posible.

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